In today’s fast-paced and ever-changing world, children face a variety of emotional and social challenges from an early age. This makes social-emotional and affective support not just beneficial, but essential in their overall development. At school and at home, creating safe spaces where children feel heard, valued, and supported helps them thrive academically and personally. 

Social-emotional learning (SEL) involves helping children understand and manage their emotions, develop empathy, build positive relationships, and make responsible decisions. When children receive consistent emotional support, they are better equipped to cope with stress, communicate effectively, and show resilience in the face of difficulties. 

Affective support goes hand-in-hand with SEL. It focuses on the emotional climate that surrounds the child—how loved, accepted, and connected they feel in their environment. A warm hug after a tough day, a teacher who listens without judgment, or a simple “How are you feeling today?” can make a world of difference in a child’s emotional well-being. 

Research shows that children who receive strong socio-emotional support are more engaged in school, have fewer behavioral issues, and show improved academic performance. But beyond academics, they grow into more compassionate and confident individuals. 

At our school, we believe in nurturing not just the minds, but also the hearts of our students. We encourage open communication, emotional expression, and mutual respect. Teachers and staff are trained to recognize emotional needs and to foster a caring environment where every child feels safe and supported. 

Parents also play a key role. By listening actively, validating emotions, and modeling healthy emotional behavior at home, families can strengthen the emotional foundation children need to succeed in life. 

Together, educators and families can build a strong emotional support system—one that helps children not only learn, but also grow into kind, balanced, and emotionally intelligent human beings. 

Sara Canales

Student Success Department 

Learning Support

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La importancia del apoyo socioemocional y afectivo en los niños

En el mundo acelerado y en constante cambio en el que vivimos, los niños enfrentan desde muy pequeños una gran variedad de retos emocionales y sociales. Esto hace que el apoyo socioemocional y afectivo no sea solo beneficioso, sino esencial para su desarrollo integral. Tanto en la escuela como en casa, crear espacios seguros donde los niños se sientan escuchados, valorados y acompañados les permite crecer académica y personalmente.

El aprendizaje socioemocional (SEL, por sus siglas en inglés) consiste en ayudar a los niños a comprender y manejar sus emociones, desarrollar empatía, construir relaciones positivas y tomar decisiones responsables. Cuando reciben un apoyo emocional constante, están mejor preparados para enfrentar el estrés, comunicarse de manera efectiva y mostrar resiliencia ante las dificultades.

El apoyo afectivo va de la mano con el SEL. Se centra en el clima emocional que rodea al niño: qué tan querido, aceptado y conectado se siente con su entorno. Un abrazo después de un día difícil, un maestro que escucha sin juzgar o una simple pregunta como “¿Cómo te sientes hoy?” pueden marcar una gran diferencia en su bienestar emocional.

Las investigaciones muestran que los niños que reciben un sólido apoyo socioemocional participan más en la escuela, presentan menos problemas de conducta y logran un mejor rendimiento académico. Pero más allá de lo académico, crecen como individuos más compasivos, seguros y equilibrados.

En Canadian School creemos en formar no solo las mentes, sino también los corazones de nuestros estudiantes. Fomentamos la comunicación abierta, la expresión emocional y el respeto mutuo. Nuestros maestros y colaboradores están capacitados para reconocer las necesidades emocionales y cultivar un ambiente de cuidado en el que cada niño se sienta seguro y acompañado.

Las familias también juegan un papel fundamental. Escuchar activamente, validar las emociones y modelar un comportamiento emocional saludable en casa fortalece la base que los niños necesitan para tener éxito en la vida.

Juntos, educadores y familias podemos construir un sólido sistema de apoyo emocional que ayude a los niños no solo a aprender, sino también a crecer como personas amables, equilibradas y emocionalmente inteligentes.

Sara Canales
Student Success Department
Learning Support